martes, agosto 30, 2011

Arsenal vs. Arsenale

Sevilla, 30 ago (EFE).- Alicia Simón, dueña de una pequeña sombrerería artesana del barrio del Arenal de Sevilla, ha perdido en la demanda que el equipo de fútbol inglés Arsenal interpuso contra ella por supuesto plagio al poner a su negocio el nombre de "Arsenale". La sombrerera ha explicado que la Oficina Española de Patentes y Marcas le dio la razón en primera instancia porque entre Arsenal -palabra esdrújula- y Arsenale -palabra llana- existían "diferencias en su conjunto fonético-denominativo".
No obstante, la propia oficina aceptó un recurso del club inglés, consideró que había "riesgo de confusión" y le ordenó retirar la denominación de su tienda, medida que aún no se ha hecho efectiva porque su abogada ha recurrido ante la Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, como tribunal encargado de revisar las resoluciones de la Oficina de Patentes.

Según ha explicado Alicia Simón, no es aficionada al fútbol sino que decidió poner ese nombre a su negocio porque hace unos años pasó varios meses estudiando en las ciudades italianas de Pisa y Venecia, donde la palabra Arsenale se refiere a las atarazanas donde antiguamente se construían los barcos. Esa es la misma finalidad que tenía el barrio sevillano del Arenal, donde está ubicada su tienda a escasos metros de las antiguas atarazanas ahora recuperadas como espacio cultural. Precisa que incluso la Mostra de Venecia se celebra ahora en uno de los edificios del Arsenale, por lo que considera que se trata de un nombre "con más connotaciones culturales que deportivas".

Alicia Simón abrió su negocio en diciembre de 2007 y desde entonces vende zapatos, sombreros y tocados artesanales que ella misma diseña, aunque se trata de una actividad englobada en el grupo de registro de "vestido, sombreros y calzados", que coincide con el de las "prendas de vestir exteriores, de deporte y calzado".

Según la Oficina de Patentes, "existe una identidad, cuando no una similitud evidente entre los productos", y por lo tanto un modo de comercializarse "idéntico o muy similar". Ello "constituye un riesgo de confusión" pues el público puede creer que "los correspondientes productos o servicios, asumiendo que llevan las marcas en cuestión, proceden de la misma empresa o en su caso de empresas vinculadas económicamente".
La sombrerera ha comentado que va a luchar hasta el final en defensa de su negocio y ha dicho que se siente un poco como David contra Goliat, sobre todo cuando le llegó la primera notificación de la demanda del club inglés, que esgrimía los numerosos intentos de plagio por todo el mundo que había conseguido detener en los tribunales.

Fuente: www.lavanguardia.es